A malhaya quien pudiera,
sentir tu aroma en el viento
y en alas de mi querencia
llevarte en mi pensamiento.
Quien pudiera cariñito,
acariciar tus delicias
y sentir que hay en tu boca
un manantial de sonrisas.
Quien estuviera contigo,
en medio de la llanura,
a orillas de un morichal
en una noche de luna.
El amor que yo tenía
metido en el corazón,
me lo ha sacado el olvido
y me dejó una ilusión.
Por la vista entra el amor
y yo a nadie se lo niego,
por donde entrará el amor
a un cristiano cuando es ciego.
Anoche pensando en tí
se me fue la madrugada,
que se me vayan los días
pero contigo mi amada.
Si yo te digo te quiero,
mi esperanza no es en vano,
más lejos está el horizonte
y se junta con el llano.
Si el pensamiento volara
y llegara hasta tu mente,
cuantas cosas te diría
cuando tu no estas presente.
Te mando en el manantial,
muchos besos y un querer,
como vives mas abajo
tu los puedes recoger.
Para decirte te quiero
no encuentro palabra buena,
pero yo te lo diré,
con un sencillo poema.
Dime cuando tú te vayas
y cual será tu destino,
para hacerte compañía,
voy a salirte al camino.
Tu mirada me enamora,
me enamora tu mirada,
porque tus ojos me hablan
y yo entendí sus palabras.
Por un verso que te dije,
me miraste muy profundo,
yo daría por tus miradas
todos los versos del mundo.
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