a Segor.
El pueblo ardiente
funde
funde
alaridos de bala con sus
campanarios
campanarios
los relojes de arena miden nuestra
existencia
Nuestra identidad la forman una serenata
y
y
los carnosos húmedos labios de una mujer
quizás
caminamos en círculos interminables
cuando la tristeza nos corroe los huesos
terminamos abrazados a una rocola
con hermosas piernas de seda negra
En este SAN CARLOS
la soledad es un cometa de oro
de
lento andar en solitarias calles
Fuente: POEMAS A SAN CARLOS de los poetas de NUEVO TRAMO (1979-1999). Selección: Luis Enrique Frías.
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