¡ay de aquel hombre por quien
el hijo del Hombre es entregado!
Mateo 26.24
Me hubieras hecho, Creador,
como hiciste al gato
que tiene siete vidas
y puede desperdiciar media docena
jugando con la brisa
bailando con las piedras
durmiendo en el regazo
de una muchacha que aguarda
la primera caricia
Me hubieras hecho, Creador,
como la humilde tortuga
que se juzga lenta
y es más veloz que Aquiles
Me hubieras hecho, Creador,
como el ágil ciervo
que salta por encima
de las barreras del tiempo
y entierra sus pezuñas
en el corazón del día
Me hubieras hecho, Creador,
como la incansable abeja
que con su miel endulza
el inevitable amargor
de los días más temidos
Pero me hiciste tan malamente único
que es como decir
que me hiciste también
de rabia y de mentira
indiferente para no disfrutar
el milagroso volver de la mañana
con sangre de traidor
para fingir mansedumbre y obediencia
reprimiendo mi turbia rebeldía
Para terminar creyendo
que el mundo tiene precio
y uno lo puede comprar
por treinta
ridículas monedas
que no compran ni siquiera un destello
de la luz que a mi alma le negaste.
-Fáver Páez
Valencia, domingo 04-04-2021
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