RENUNCIACIÓN | LUIS YÉPEZ |



Soñador vive solo. Sólo bebe tu vino;
sólo come tu pan; solo, ama sólo tu suerte;
entre todos el tuyo es el mejor camino:
él conduce también al amor y la muere.

Aíslate en la isla de cristal de tu sino;
no creas y no dudes; no dejes de creerte;
no esperes nunca nada; sé siempre peregrino
y ten el brazo presto para ser el más fuerte.

Huye de los amores; no coseches enconos
y así tu corazón no será nunca el trono
donde silben reptiles o canten serafines.

Sumérgete en las aguas de todas las quietudes
y escribe de ti mismo: yo no tengo virtudes,
sólo tengo mis llagas puestas entre jardines.



Imagen de: Fabuladores del Color. Mariano Díaz



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